Un análisis documentado

Ante la gran discusión a nivel nacional sobre la decisión del gobierno de subir el precio de la gasolina, aduciendo la eliminación del subsidio, quienes tenemos un poco más de información que el promedio del colombiano de a pie, tenemos un compromiso y una responsabilidad social, una obligación moral y ética de aclarar algunos puntos que son importantes, para enriquecer el debate y las discusiones. Colombia es un país autosuficiente en petróleo y en combustibles, esporádicamente se importa algo de gasolina, pero con el incremento de la capacidad de procesamiento de crudo de la Refinería de Cartagena a 200.000 Bl/d, la demanda nacional quedará completamente cubierta. Para producir un galón de gasolina, se utilizan gasolinas de diferentes procesos. En Colombia los más utilizados son la nafta virgen, proveniente de destilación primaria del crudo, la nafta de FCC, la de Alquilación y Reformado Catalítico. No es asunto de este artículo entrar a detallar los procesos, sólo nos concentramos en la calidad de la gasolina de cada uno. Se puede concluir que la calidad de la gasolina, se concentra en su contenido de azufre y en el número de octano, que es la capacidad de compresión de la gasolina en el moto.

Según los datos de la tabla, la mejor gasolina es la de ALQUILACIÓN, pues tiene el más bajo azufre y el mayor octano.

Los invito a que nos concentremos en el IAD (índice antidetonante). Entre más alto sea este valor, la gasolina es de mayor calidad, pues se deja comprimir más en el motor y por lo tanto se aprovecha más eficientemente su energía, pero también es más costosa. La gasolina EXTRA y CORRIENTE actual que se distribuye en el país, tiene un contenido de azufre realmente bajo 0,005wt%, con un IAD de 81 para la CORRIENTE y de 91 para la EXTRA. Esto explica en parte, la gran diferencia del precio entre las dos. Hoy, las gasolinas tienen alrededor del 10% de etanol anhidro, que mejora sus propiedades con un incremento de aproximadamente 3 puntos del IAD.

En la segunda tabla adjunta, se muestra el perfil de precios de la gasolina CORRIENTE, la más utilizada en Colombia, para un precio promedio de $9.150. Se observa que el 57% de este valor es para el productor de la gasolina y del etanol, recibiendo Ecopetrol un valor de $4.758/galón, es decir, 1,11 USD/galón. El impuesto por galón es de $2.105 equivalente al 23%. El resto del precio de la gasolina se distribuye entre el distribuidor, transporte y almacenamiento de la gasolina.

Ahora bien, en Perú, país que algunos lo toman como referente, un galón de gasolina con un RON de 91, tiene un costo de 16,61 PEN (nuevos soles), es decir, $18.981 COP. Mientras que la de un RON de 95 cuesta 18,09 PEN, es decir, $20.672 COP, es importante decir, que Perú, a diferencia de Colombia, debe importar un altísimo volumen de petróleo y de combustibles.

En Estados Unidos la gasolina de 95 octanos (IAD) tiene un costo hoy de $3,963 USD/galón, equivalente a $17.388 pesos colombianos/galón, esta gasolina es bastante similar a la EXTRA que hoy vale en EDS alrededor de $19.000 pesos colombianos. Es importante decir, que USA importa el 50% del crudo que procesa, así como debe importar grandes volúmenes de combustibles.

Las conclusiones más importantes de este artículo son:

1. La gasolina EXTRA del país no tiene subsidio y no debe incrementarse su precio al consumidor.

2. Al ser Colombia autosuficiente en crudos y combustibles, los precios de los combustibles deben regirse por el precio de producción, transporte y refinación del petróleo nacional.

3. La gasolina CORRIENTE en términos de calidad tiene el precio que le corresponde. La principal diferencia en precio con la gasolina EXTRA es por el delta del IAD que está alrededor de los 10 puntos.

4. Cuando se comparen los dos tipos de gasolina nacional con las de otros países debe incluirse el parámetro de calidad. Pues los procesos que conforman el pool de gasolina, son los que definen este precio.

5. Es preciso fortalecer a ECP tanto en sus áreas de exploración, producción, transporte y refinación. Sería catastrófico para la economía y bienestar del país, depender del suministro de crudo y de combustibles.

6. Estos datos confirman que no es necesario incrementar el precio de la gasolina corriente, más bien, existe una oportunidad para disminuirlo y favorecer a los colombianos.