Con frecuencia el consumo de gasolina se vuelve motivo de discusión de unos y otros, amigos y colegas. Muchas veces se convierte en argumento de compra o de rechazo de ciertos modelos de autos, pero rara vez en estas discusiones se cuenta con cifras objetivas bajo un mismo estándar. En ocasiones vale más la experiencia de un amigo, lo que nos dicen, o el simple criterio del vendedor que tiene una cifra memorizada a la mano.

Lo que no siempre se considera es que, por un lado las unidades que usamos coloquialmente para medir el consumo son una mezcla de estándares, Km/gl…piensenlo… distancia en sistema métrico (Kilómetros) y el volumen en sistema imperial (galones). Razón por la cual no vamos a encontrar una cifra equivalente en las especificaciones de fábrica, que suelen estar en la conveniente medida métrica L/100km (litros en 100 kilómetros), o en medida imperial MPG (millas por galón) y mucho menos en las calculadoras de consumo que vienen ahora en todos los tableros de los autos modernos.

La verdad es que Colombia está en mora de transicionar a litros la medida de combustible. No hay razón técnica ni práctica para sostener este exabrupto de los galones, pero a ningún gobierno le ha importado lo suficiente para ordenar el cambio. Sumado a ello, las cifras del los catálogos y fichas suelen ser establecidas por fábrica en unas condiciones ideales muy lejanas de nuestra condiciónes de permanente trancón en nuestras ciudades, lo cual desvía cualquier lectura.

Entonces rara vez tendremos la oportunidad de probar y comparar en velocidad crucero y por autopista como exigen los estándares WLTP y NEDC (no vamos a meternos por ahí aún, tranquilos).

En fin… lo que termina pasando es que cada uno establece su propio estándar de medición de acuerdo a sus costumbres y trayectos, lo que de plano lo hace incomparable con lo que pueda tener otra persona…o sencillamente nunca se preocupa en medirlo lo cual es aun peor, porque a todos debería preocuparnos lo que afecta nuestra billetera.

Por todo lo anterior, el tema que trataremos aquí es muchas veces pasado por alto o desconocido del todo: Que los hábitos de manejo impactan (y en gran manera) el consumo. Y no vamos a hablar de lo obvio… como por ejemplo que ir rápido consume más que ir despacio…. NO. Hablaremos de hábitos comunes, algunos concientes y otros no tanto, porque desconocemos lo que pasa dentro de nuestros motores, pero que afecta de manera importante la eficiencia de los mismos, impactando la billetera hasta un 39% adicional como lo veremos en las cifras.

Y todo ello medido esencialmente sobre la misma distancia, misma velocidad promedio e iguales condiciones de tráfico. Veamos:

Prueba objetiva realizada

Para esta prueba nos fue ofrecida una Audi Q3 2.0T Progressive de 180hp, año 2021, S-Line, tracción Quattro, Caja S-Tronic 7-speed.

Una versátil SUV que comparte motorización con otros modelos del grupo VW en Colombia como son la VW Tiguan 2.0T 2019, la Skoda Kodiaq o el Audi A3 2019.

La Q3 Progressive posee una motorización intermedia, entre el básico 1.4T y los 2.0T de alta  potencia con hasta 300hp, (con otro tipo de turbo).

La versión de 180hp, tiene la particularidad de tener una balance de tecnología para maximizar potencia pero a la vez optimizar consumo como son el turbo-cargador, árboles variables (valvelift), la inyección directa de 3ra generación, y el llamado ciclo miller (del cual hablaremos en otra en otra oportunidad).

Además trae cosas como los modos de conducción, que como veremos, afectan en gran medida no solamente el comportamiento sino también el consumo. Así que nos pareció la candidata ideal para nuestra prueba:

Un recorrido definido, de distancia conocida Punto A – Punto B – Punto A, como el que hiciéramos en la prueba de los (Híbridos Ligeros vs. Híbridos Enchufables) de 11.1Km, pero decidimos repetirlo de dos maneras diferentes:

  • Prueba modo A: Audi Drive Select en modo Comfort. Conducción con palanca en “drive” D, siguiendo todas las buenas prácticas en cuanto a manejo confortable y de economía que conocemos.
  • Prueba modo B: Audi Drive Select en modo Dynamic. Conducción con palanca en “Sport” S, a veces en modo manual, cometiendo adrede todos los errores de conducción conocidos y que sabíamos causarían un mayor consumo (aunque honestamente desconociamos con anticipación que tanto). Son errores que a través de nuestra trayectoria hemos visto cometer a conductores de todo tipo y, aunque no conocemos alguien que los cometa todos, nos parece imposible pensar que no exista el caso. Son errores producidos por la creencia general, una mala enseñanza recibida en escuelas de conducción, o bien, por el espíritu deportivo y  porque no, como resultado de la ansiedad que produce conducir en una ciudad congestionada. Tambien a veces es solo simple ignorancia de las circunstancias. Más adelante pasaremos a comentar estos errores y enseñaremos a corregirlos (finalmente es de lo que se trata esta publicación).

Previo a cada prueba, se “reseteó” la calculadora de consumos en su memoria de corto plazo para que nos entregara los siguientes datos:

    • Distancia recorrida.
    • Velocidad promedio.
    • Consumo promedio obtenido, expresado a conveniencia en litros en 100 Km (L/100Km) a fin de estandarizar, pero también, para poder comparar frente a lo que nos promete el fabricante usando los dos métodos establecidos mundialmente WLTP y NEDC, para saber “en donde estamos”.

Antes de continuar con la descripción de los errores y su manera de evitarlos, veamos cual fue el resultado numérico de la pruebas:

Prueba recorrido modo A
“Economía”

Distancia:                                   11.1 Km
Velocidad promedio:                 37 Km/h
Consumo promedio obtenido: 7.0 l/100Km
(54 Km/Galón en nuestra extraña unidad colombiana)
Consumo anunciado por fabricante AUDI ciclo WLTP:
Ciclo mixto: 7.7 – 7.6 l/100Km

 

 

 

 

 

Prueba recorrido modo B
“Descuido y errores”

Distancia:                                    11.1 Km
Velocidad promedio:                  37 Km/h
Consumo promedio obtenido:  9.8 l/100Km
(38Km/Galón)

 

 

RESULTADO:

La prueba en modo B (con suma de errores de conducción) produjo un consumo 39% superior al del modo A.

La velocidad promedio fue exactamente la misma en ambas pruebas y el tiempo empleado casi el mismo. Cuales fueron los errores de conducción cometidos y las condiciones de manejo que ocasionaron este consumo adicional? Veamos a continuación:

1. ACELERAR Y DESACELERAR PARA MANTENER VELOCIDAD MEDIA

Es el error más común. Consiste en que, en lugar de mantener una posición media del pedal para mantener una velocidad media (en el ejemplo alrededor de 45km/h) con tráfico despejado, lo que se hace es acelerar y desacelerar de manera nerviosa.
Por qué es un error? Porque para no generar vacíos en la aceleración se activa una función en la inyección que genera dosificación adicional de combustible, pero que es no eficiente, es decir, con alto porcentaje de desperdicio inevitable.
Solución aplicada en el Modo A: Buscar la posición media del acelerador que me permita mantener velocidad constante y mínima variación en el pedal.

 

2. FRENAR DE MANERA NO ANTICIPADA, BRUSCAMENTE EN SEMÁFOROS Y ESQUINAS CON “PARE”

Consiste en que, sabiendo que viene un semáforo en rojo o un Pare, no nos anticipamos a la frenada sino mantenemos velocidad constante y cuando ya tenemos el semáforo muy cerca frenamos con más firmeza y de manera no progresiva.
Por qué es un error? Porque por ley de preservación de energía, estamos solicitando más propulsión al motor, para luego cortarla y desperdiciar esa energía en los frenos. Aparte de ser incómodo para los pasajeros y del mayor consumo, estamos generando un desgaste adicional a los frenos.
Solución aplicada en el Modo A: Cuando veamos un semáforo en rojo o un Pare, tratemos de avanzar con el impulso traído y presionamos lenta y progresivamente el freno hasta que inevitablemente tengamos que detenernos.

Esto nos da la ventaja adicional de que si el semáforo cambia a verde, no nos detuvimos totalmente ni desperdiciamos esa energía. Así mismo hay que considerar que todos los sistemas de inyección están diseñados para hacer corte en desaceleración. Lo que significa que el suministro de combustible se suspende totalmente durante el tiempo en que el auto está reduciendo velocidad, es decir, cuando no tenemos el pie presioando el acelerador, estemos frenando o no.

Nota para los amantes del tuning y modificaciones: Los famosos sistemas de “pop & Bangs” por su naturaleza, para poder hacer las famosas explosiones,  desactivan el corte en desaceleración de la inyeccion. Lo cual significa que este consejo no les aplica porque el carro con ese sistema siempre desperdicia combustible en desaceleración. Hagan lo que hagan.

 

3. ARRANCAR BRUSCAMENTE

Al igual que en la anotación 2, pero esta vez arrancando. Se acelera bruscamente y luego se tiene que levantar el pie para regular la velocidad.
Por qué es un error? Porque se usa innecesariamente de nuevo la dosificación adicional de combustible para evitar el vacío de aceleración.
Solución en modo A: Arrancar en esquinas y semáforos de manera progresiva. Dosificar el pedal una vez el carro vence la inercia inicial.

 

4. USAR INNECESARIAMENTE EL MODO “SPORT” DE LA CAJA DE CAMBIOS

Este es mucho más frecuente de lo imaginado. Casi todas las cajas automáticas sin importar si son hidráulicas tradicionales o con doble embrague DSG, (como la s-tronic) traen un modo deportivo llamado “sport” o “dynamic”. Lo que hace dicho modo es cambiar las curvas de comportamiento y sensibilidad a los deseos del conductor, expresados con el pedal de acelerador y comparándolo con lo que llamamos “carga motor”, que no es otra cosa que el peso del vehículo o resistencia del mismo para ser desplazado.

El resultado es que en dicho modo los cambios cortos “duran” más, es decir, se hacen a revoluciones más altas, dando una mejor sensibilidad al acelerador con respuesta más inmediata.
Por qué es un error en nuestro caso? Porque dicho modo está diseñado para manejo ágil en carretera, sobrepaso y maniobras rápidas de adelantamiento. No para el tráfico lento de ciudad donde no tiene sentido asumir el impacto negativo que tiene en consumo causado por las mayores revoluciones del motor y los cambios permanentes hacia arriba y hacia abajo. La programación sport de la caja tiene como objetivo primario la velocidad de respuesta y la agilidad. La economía y el confort es lo menos prioritario en ese caso.
Solución en Modo A: Usar solo los modos “comfort” de la caja y de estar disponible según el caso, el modo “ECO”. Dichos modos están diseñados para optimizar en cualquier condición el llenado del motor, por ende, el torque. Lo cual aumenta la eficiencia y mejora el consumo en cualquier condición.

 

5. USAR LA CAJA AUTOMÁTICA EN MODO MANUAL

Similar al caso anterior. Es un vicio generado un poco por la publicidad engañosa o mejor llamarlo pre-venta engañosa. Ante la proliferación de cajas automáticas de todo tipo con controles “semi-manuales” e incluso paletas para cambio en el volante, muchas marcas o vendedores tienden a sobre-vender este tipo de cajas argumentando que pueden ser usadas manualmente y si lo quiere el usuario, lo puede usar así siempre.

Es así como muchos se acostumbran a manejar usando dichas paletas o palancas creyendo (por error) que el ser humano puede tomar mejores decisiones que el computador de la caja en cuanto al momento y forma de hacer los cambios. Falso. Varias cosas aquí: Por un lado todos esos son sistemas diseñados para ser usados en situaciones específicas, por intervalos de tiempo muy cortos. Ej. un sobrepaso, una subida compleja o un día de pista.

Para todo los demás incluido por supuesto el uso más normal en tráfico de ciudad, el programa o software de la caja viene ya optimizado con una serie de datos que al usuario le sería imposible calcular, como son: El torque optimo, la carga motor, el llenado de cilindro, las temperaturas, etc. Así que en este caso el programa automático siempre va a tomar correctas decisiones que le dan no solo el mejor consumo, sino tambien una mejor experiencia de manejo.

 

6. USAR EL CLIMATIZADOR AUTOMÁTICO DE MANERA INCORRECTA

Veamos este en detalle. Todos los accesorios eléctricos están conectados al alternador y este al motor. Por tanto, todos ellos impactan el consumo. Pero además el aire acondicionado está conectado también mecánicamente al motor. Tomando energía y transformándola. Los carros con sistema de climatización automática (Climatronic en nuestro caso) lo que hacen es, teniendo una temperatura deseada como objetivo, pueden aplicar calor máximo o frio máximo para llegar a esa temperatura, y una vez alcanzada se auto-ajustan para mantenerla allí.

Cuando esto no se comprende bien ocurren dos errores muy frecuentes, que causan impacto en el consumo de combustible: Tengo frio, ajusto la temperatura a calor máximo, tengo calor ajusto la temperatura a frio máximo. Esto hace que, si no estoy pendiente de detenerlo y subir la temperatura antes de que me congele, o bajarla antes de que me cocine…. no solamente me incomodé la vida sino que además desperdicié energía. No permití que el sistema funcionara en automático. 

Solución en Modo A: Aprovechar al máximo el sistema automático. Diferentes estudios han comprobado que el cuerpo humano ajusta su termostato interno de mejor manera cuando la temperatura externa es 22 grados C. Esto es válido para todas las personas, salvo pequeñas variaciones por el tipo de ropa que usan, o por su estado físico, de 2 grados hacia arriba o hacia abajo. Entonces no es normal que alguien “desee” estar ni arriba de 25 grados ni abajo de 19. Indicaría que algo anda mal con la salud de esta persona. Entonces, en condiciones normales, ya sea en frio máximo o calor extremo, lo que se hace es ajustar a 22 grados, activar el botón AUTO y el climatizador me “llevará” a la temperatura deseada lo más rápido que pueda, ya sea empujando aire con frio máximo o caliente máximo…. y una vez llegue a la temperatura de 22, bajará la intensidad del ventilador y subirá o bajará la temperatura del aire de entrada lo necesario para mantener el aire estable a 22. Esto lo hace con un termómetro que normalmente está en un punto estratégico de la cabina. Y en lo que nos atañe, lo hace usando la energía de la manera más económica posible. Algunos climatizadores tienen además un botón ECO que lo que hace es optimizar aun más el uso del compresor y ventilador para consumir la menor energía posible.

 

7. ABRIR INNECESARIAMENTE LAS VENTANAS Y EL TECHO

Admitamos primero una cosa. En Colombia existe un culto extraño al Sunroof. Desde temprano en los 80´s y 90´s este accesorio ha cautivado al público, particularmente al colombiano. Es un accesorio totalmente fútil e inservible, pero todos lo extrañamos cuando no existe. Nos parece tan fundamental como los vidrios o los seguros eléctricos, que por supuesto sí son esenciales. El techo eléctrico no cumple ninguna función esencial…. incluso sí una dañina: Asolear la cabeza y será por eso que en México lo llaman quemacocos. Pero en lo que nos atañe: Abrir el techo o las ventanas generan trampas de aire que frenan el carro y aumentan consumo. Pocos abren el techo longitudinalmente, pero si hemos visto el uso excesivo e innecesario de lo que se llama “apertura para fumadores”, que consiste en levantar la parte trasera el techo para dejar salir el humo del cigarrillo. Lo curioso es que lo hacen conductores que no son fumadores. Creemos que lo hacen porque piensen que se mejore la estética del carro porque se vea como un spoiler. Especulación, pero lo cierto es que esto afecta la aerodinámica de la carrocería y cuanto mayor sea la velocidad afectará en una u otra manera el consumo.
Solución en Modo A: Circular con las ventanas y el techo cerrados mientras no sea indispensable su uso. De manera imperativa si se está usando el aire acondicionado, por lo expuesto en el punto anterior.

 

8. USAR EL OCTANAJE INCORRECTO DE GASOLINA

Intencionalmente dejamos de cierre este punto porque es de los que requiere más explicación y contexto. Fue el único además que no pusimos en práctica, por parecernos un tanto “suicida” para nuestra Audi Q3 nueva, que nos fue facilitada en la evaluación. El octanaje de la gasolina como explicáramos en nuestro último artículo, es la especificación principal de la gasolina, con la cual el fabricante nos garantiza el uso más eficiente y duradero de nuestro auto. Por eso él lo coloca en letras grandes, tanto en el manual como en la tapa de gasolina. Si nosotros no lo respetamos y usamos un octanaje más bajo para ahorrarnos unos pesos (y veremos que es al contrario) seguramente nos parece que no pasa nada, posiblemente nos dijeron que era suficiente mientras no escucháramos el motor “pistonear” o “cascabelear”, ese ruidito cual inocente maraquita que no es otra cosa que una evidencia a nuestros oídos del motor auto-destruyéndose sin poder hacer nada. Lo que no siempre nos dicen es que en los computadores modernos de inyección (aprox 2000 >) cuando se usa bajo octanaje, se activan una serie de estrategias para evitar la destrucción del motor. Absolutamente todas ellas tienen que ver con el consumo: 1. Se activan mapas de avance de chispa más bajo, lo cual baja la compresión dinámica, baja la eficiencia –> mayor consumo. 2. Para bajar temperaturas en la cámara se activan mapas de combustible más ricos. Hasta 20% más riqueza en aceleración a fondo –> mayor consumo. El mismo puede oscilar entre un 5% a un 15% dependiendo del caso y condiciones de manejo. Entre más exigente el manejo, mayor será el consumo adicional por bajo octanaje.
Solución: Use siempre el octanaje indicado por el fabricante. el mismo puede estar indicado en el manual o en la tapa (no le pregunten al vendedor, por favor), en estándar AKI o en RON. Para su información vale repetirlo aquí:

Octanaje gasolina Corriente con 10% de Etanol en Colombia: 84 AKI, equivalente a 89 RON.
Octanaje gasolina Extra con 10% de Etanol en Colombia: 94 AKI, equivalente a 97 RON.

Un rápido vistazo a su manual, le permitirá confirmar que la gasolina Corriente es muy mala (baja) porque ningún manual de ningún carro ´90-> considera aceptable 89 RON. La segunda (Extra) es buena, incluso en exceso porque la mayoría de autos exigen máximo 95 RON y solo muy pocos deportivos de muy alta gama recomiendan 98 RON. Es importante mencionar que la gasolina Extra en Colombia fue mejorada y actualizada desde Noviembre 2019, aunque nos quieran hacer pensar otra cosa para aumentar su precio. Anterior a 11/19 era de 89 AKI / 91 RON aún con el 10% de Etanol. Una técnica válida podría ser mezclar hasta obtener el octanaje deseado y optimizar costos, (porque el octanaje adicional no da beneficios) pero esto requiere cálculo preciso (prorrateo) y paciencia al visitar la gasolinera que no todos pueden tener.

 

CONCLUSIÓN

Esperamos el presente artículo haya sido un buen aporte para nuestros lectores. En la medida de los posible siempre trataremos de sustentar nuestras afirmaciones con pruebas prácticas y tomas de datos reales. En este caso y como dijimos al comienzo, es muy difícil que todos los errores mencionados se cometan al tiempo. Pero al hacerlo así pudimos evidenciar una diferencia nada despreciable de +39% en el consumo. El asunto es que muchas veces vemos en el mercado productos, accesorios, líquidos aditivos, pastillas, imanes, combustibles alternativos, etc… con promesas imposibles y testimonios manipulados o subjetivos de mejoras en consumo. Pero aquí pudimos evidenciar (con una prueba que aunque no es de laboratorio si es bastante objetiva) que simples cambios en los hábitos de manejo nos pueden ahorrar un 28% de combustible (o dinero), o lo que es lo mismo, evitarnos un 39% adicional. (Si se confunden, hagan las reglas de 3 en ambos sentidos entre las cifras de nuestra prueba). Lo interesante es que a la vez les facilitamos una herramienta y un método para ustedes mismos hacer sus propios análisis, sacar sus propias conclusiones y nos puedan retro-alimentar en los comentarios.

 

 

 

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